Abrimos las ventanas para contar la historia de hombres y mujeres ausentes, trayéndoles a la memoria, recuperando su dignidad, sus ejemplos.
Este proceso inicia con la lucha del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos Caldas, (CPDH Caldas), y el Movimiento de Víctimas de Crímenes De Estado Capitulo Caldas, (Movice Caldas), desarrollando la estrategia de Memoria contenida en el mandato del Movice. Este proceso inició hace ya una década, con la lucha del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, Caldas, (CPDH, Caldas), y el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado Capítulo Caldas, (Movice, Caldas), cuando unos pocos miembros de las dos organizaciones y algunos amigas, amigos y familiares, nos fuimos tomando la calle paso a paso, unas veces en la Plaza de Bolívar de Manizales, otras en el Parque Caldas, para al fin quedarnos en la entrada del Palacio de Justicia, en un esfuerzo por traer a la memoria los rostros de esas personas ausentes junto a nuestras exigencias de JUSTICIA, garantías de no repetición, respeto a los derechos humanos. Unas veces a todo pulmón y otras en gritos silenciosos, insistimos en que está “prohibido olvidar”. Así hemos reivindicando a tantos hombres y mujeres a quienes se les ha arrebatado la vida por sus ideales de dignidad, con asesinatos selectivos o desapariciones forzadas, mientras que otros simplemente fueron transformados por fuerzas del Estado “falsos positivos”, solo para mostrar resultados o ganarse unos días de descanso. Estas personas fueron convertidas en el “enemigo interno”, como si pensar diferente y luchar por ello fuera un delito y, encima, como si la diferencia autorizara a otros a decidir quién merece vivir y quién no, acciones selectivas cometidas por miembros de Fuerza Pública y/o grupos paramilitares en complicidad con ésta; asesinatos, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales en las que el Estado es cómplice por acción u omisión. Primero hicimos plantones, disponiendo en el piso y con alguna armonía las fotografías, recortes de periódico, algunas flores y frases de quienes asumimos esta tarea de romper el silencio y el olvido que el Estado ha impuesto en torno al genocidio de la Unión Patriótica y del Partido Comunista, a los asesinatos de defensores de Derechos Humanos, sindicalistas, jóvenes ejecutados extrajudicialmente, o indígenas y campesinos por estar en territorios ambicionados para actividades extractivas.
Con el correr del tiempo los plantones se convirtieron en la “Galería de recuperación de la memoria y la dignidad de las víctimas de crímenes de Estado de Caldas”. En 2014 soñamos con transformar la galería para no mirar al suelo y, sobre todo, para ahondar en las vidas de estas personas, contarle a la gente quiénes fueron, qué les pasó, cómo fueron sus liderazgos, quiénes fueron en sus comunidades y organizaciones, humanizarlos y dignificarlos mostrando mejor el daño individual y colectivo que ha significado su pérdida. Durante 2017, con apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, el gobierno de Canadá y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) cinco gestoras y un gestor de memoria comenzamos a hacer realidad ese sueño: reconstruimos las historias de 21 víctimas de crímenes paraestatales y estatales a través de los testimonios de sus familiares, amigos, copartidarios, recorrimos los municipios que los vieron nacer o también morir, revisamos noticias, álbumes familiares y fuimos juntando anécdotas y datos para narrarlos y narrarlas. Como resultado del trabajo colectivo de ese grupo heterogéneo en el que se encuentran profesionales y estudiantes de Trabajo Social, Derecho, Geología, e incluso víctimas a través de sus propios relatos, hoy podemos invitarles a que ABRAN LAS PUERTAS DE LA MEMORIA, para recuperar la memoria y la dignidad de quienes fueron valiosos defensores y defensoras de derechos humanos del CPDH y el Movice en Caldas, cuyas ausencias se han convertido en permanentes presencias para las organizaciones y para quienes tuvieron la fortuna de conocerlos. Las historias que conocerán aquí son apenas 21 de tantas otras vidas que han sido robadas por crímenes de Estado que, en su mayoría, todavía están por esclarecer y a la espera de justicia, historias divididas en seis capítulos que muestran diferentes facetas de la victimización, de las modalidades de violencia o de las poblaciones victimizadas. Esta galería es la culminación de un proceso y el punto de partida de una nueva etapa de visibilización de la criminalidad estatal, así como de la permanente exigencia de verdad, justicia, reparación integral y reales garantías de no repetición.